La palabra sonaja viene del latín “sonaculum”, que significa sonare. Su nombre es muy adecuado, ya que este instrumento tiene un sonido muy característico que lo hace inconfundible en el mundo de los instrumentos de percusión. Cuando alguien se pregunta «qué es sonaja«, se refiere a este particular instrumento cuyo sonido se genera por el movimiento de chapas metálicas contenidas en su interior.
Su diseño consiste en un conjunto de chapas unidas entre sí por alambres que lo atraviesan, sujetado por un aro que puede tener forma circular, aunque también hay sonajas de formas triangulares o cuadradas para variar su apariencia.
El sonido de las sonajas se produce por movimientos físicos bruscos, al agitarlas o golpearlas. Es entonces cuando la vibración de las chapas metálicas produce su característico sonido grave. Esta acción convierte a las sonajas en un instrumento de percusión versátil y dinámico.
Además de su uso musical, la sonaja también ha tenido un papel importante en muchas ceremonias religiosas de culturas ancestrales. En la tradición chamánica de los pueblos africanos, por ejemplo, se creía que el sonido de la sonaja podía alejar maldiciones, espíritus y demonios, lo que nos da una idea del sonaja significado cultural y espiritual que ha tenido a lo largo de la historia.
Características de la sonaja
La historia del sonaja instrumento es ancestral y se remonta a tiempos prehistóricos. Aunque no se sabe con exactitud quién fue su creador o cuándo apareció exactamente, se cree que sus primeros usos se dieron en la África paleolítica, donde seres humanos primitivos lo utilizaban en rituales para adorar a deidades de la Luna y el clima.
En aquella época, se pensaba que el sonido y la agitación de la sonaja atraían la buena suerte y creaban un campo protector contra los malos espíritus, lo que influía positivamente en las cosechas y en la vida cotidiana de las comunidades.
A medida que las poblaciones migraron y se establecieron en nuevos continentes, el uso de la sonaja se diversificó, pasando a formar parte de eventos sociales y culturales en distintos lugares del mundo, incluyendo Egipto, donde se han encontrado algunos de los ejemplares más antiguos.
Con el paso del tiempo, este instrumento se integró en las culturas de pueblos árabes, europeos y latinoamericanos, donde ganó especial popularidad en géneros musicales como la salsa y la bachata. Así, la sonaja se desligó gradualmente de su contexto religioso original para convertirse en una herramienta musical esencial en el folclore de varios países.
Composición de la sonaja
La sonaja posee un cerco que puede tener forma circular o cuadrada, generalmente de dos dedos de ancho. Este marco está dotado de ventanillas a lo largo de su arco y está reforzado por alambres que, al ser golpeados, emiten su sonido metálico distintivo.
Además, existe un modelo de sonaja de forma cuadrada, que se agita con una sola mano, generalmente la izquierda, y se utiliza en ciertos estilos musicales específicos.
Diferencia con otros instrumentos
Hay modelos de sonajas que mantienen la forma circular, similar a las maracas, con chapas metálicas unidas por un alambre. Para tocarlas, se requiere el uso de ambas manos, produciendo un sonido que, aunque parecido, no debe confundirse con el de la matraca o la maraca. A pesar de ser también instrumentos de percusión y tener un diseño similar, la matraca emite un sonido más grave, mientras que la sonaja ofrece un tono más dulce y ligero.